martes, 31 de julio de 2018

El fascinante mundo del ETF (parte I)

Una vez concluida nuestra primera serie de posts en relación con los conceptos básicos (nuestros “10 mandamientos de #yomeloinvierto”), nos vamos ahora a dedicar a ir profundizando más en aquellos temas que nos van a permitir ser más autosuficientes a la hora de confeccionar y gestionar nuestras carteras.

El post de hoy lo vamos a dedicar a nuestro vehículo de inversión estrella, el ETF, con más detalle de lo explicado hasta ahora. El lector observará cómo el ETF es un elemento fundamental en nuestras Carteras ejemplo, y no hay ningún motivo por el que, con algo más de información, uno no pueda, por sí mismo, hacer las modificaciones que considere oportunas a las mismas una vez entendido lo que caracteriza a estos instrumentos y cuáles son las diferencias entre unos y otros.

Lo que vamos a explicar a continuación está referido, en general, a la inversión en renta variable, que es lo que solemos preferir como inversores a largo plazover post anterior); sin embargo, también trataremos algo la renta fija.

Además, el ámbito de este post está limitado fundamentalmente a ETFs con domiciliación europea bajo el paraguas de la normativa UCITS (más algún ETF americano fuera de dicha normativa, que también trataremos). No vamos a tratar aquí sobre ETNs (Exchange Traded Notes) ni ETCs (Extrange Traded Currencies/Commodities). No vamos tampoco a hablar, por tanto, de productos apalancados, inversos, etc. (nos limitamos a los ETFs tipo “long-only), ya que se trata de invertir a largo plazo, no de especular.

“The noblest pleasure is the joy of understanding” – Leonardo da Vinci

Por qué la inversión colectiva

El ETF, al igual que el fondo de inversión, es un instrumento de inversión colectiva. Como tal (y acotado a lo que acabamos de explicar), presenta una serie de características, en general deseables para el inversor, tanto desde el punto de vista práctico como normativo.

Desde el punto de vista práctico, la inversión colectiva, independientemente de si se trata de un fondo o un ETF, de que sea gestión activa o pasiva, o que el vehículo sea versión acumulación o distribución (veremos esto más adelante), tiene una serie de ventajas importantes:

La primera es que nos permite diversificar sin necesidad de tener grandes patrimonios y, además, nos soluciona de forma automática la actualización regular de la cartera:

Vamos a tomar como ejemplo uno de los ETFs que tenemos en nuestras Carteras propuestas: el ETF Xtrackers MSCI World Value Factor UCITS ETF” con ISIN “IE00BL25JM42”. Aunque compremos sólo una participación del mismo (a fecha de hoy, a un precio de unos 28 euros), estaremos invirtiendo simultáneamente en unas 400 empresas, en este caso: de todo el mundo desarrollado, cada una en su divisa (sin cubrir) y según un criterio de Valor. Damos por sentado que la diversificación es un principio fundamental en nuestra estrategia de inversión, si bien este tema daría para otro post.

Por otro lado, como hemos dicho, no nos habremos de preocupar de actualizar nuestra cartera manualmente. Si hubiéramos comprado las acciones correspondientes de forma directa, en algún momento tendríamos que hacer cambios según va variando la situación de las correspondientes empresas, con el engorro y el coste que eso supone. Aquí, el fondo o el ETF lo hace por nosotros, bien replicando (gestión pasiva) la composición del índice que se trate (en este caso el “MSCI World Value Index”), que a su vez es actualizado aplicando los criterios correspondientes, o bien según el libre criterio del gestor, en el caso de la gestión activa.

En segundo lugar, tenemos la ventaja del coste, sobre todo si hablamos de gestión pasiva, donde el coste total o TER (comisión de gestión más gastos de administración, ver nuestro Glosario de términos), suele ser sólo del orden de un 0,2 ó 0,3% anual:

En el caso de los ETFs, al margen del TER, habremos de pagar a nuestro intermediario una comisión por la compra, en el mercado secundario (bolsas), de las participaciones (como si fueran acciones). Aun así, por cómo están estructuradas estas comisiones en la mayoría de los bancos o sociedades de valores, deberá salir más económico que si compramos las acciones directamente empresa por empresa.

Respecto de las comisiones de custodia, intentaremos evitarlas a toda costa (es posible hacerlo – ver post anterior al respecto).

En tercer lugar, tanto los ETFs como los fondos de inversión existen en versión acumulación. El inversor que compra acciones directamente se ve abocado a recibir periódicamente el pago de unos dividendos, los cuales son, fiscalmente, rendimientos del capital mobiliario del ejercicio en que se perciban. Ello tiene unas implicaciones fiscales muy especiales y que ya explicamos en nuestro post anterior sobre fiscalidad. Si optamos por un fondo o un ETF de acumulación, los dividendos se irán añadiendo al valor de nuestras participaciones, siendo en última instancia (al vender/reembolsar, es decir, existe posibilidad de diferimiento) ganancias de capital.

Desde el punto de vista normativo, los ETFs domiciliados en Europa (y los fondos) se encuentran regulados mediante la reglamentación UCTIS. Ello garantiza, entre otras cosas, unas medidas de protección para el inversor en términos de diversificación obligatoria (o límites a la concentración en un solo emisor, o contraparte, en el caso de los ETF sintéticos), así como los derechos del inversor en relación con la redención o el reembolso de sus participaciones en el caso de circunstancias que impidan vender en el mercado secundario.

También se estipula que, en el caso de ETFs o Fondos que sean de distribución, el pago de dividendos no tendrá retención en origen (es decir, un ETF de distribución puede tener ISIN irlandés IE… y lo podemos haber comprado en la bolsa de Frankfurt, pero, si es UCITS, nos pagarán la distribución de dividendos reteniendo sólo en destino, según nuestra legislación local). Con las acciones esto no es así: según el país de la compañía que se trate, podremos estar sujetos a retenciones en origen en el pago de sus dividendos (además de las que se practican en destino).

Por qué preferimos ETF en lugar de un fondo de inversión


A continuación, se resumen las características de ambos. Algunos de estos conceptos ya se han tratado en post anteriores:

ETFs
Fondos
Disponibilidad en gestión activa
Pocos que se puedan comprar en España.
Gran cantidad, algunos de gran calidad.
Disponibilidad en gestión pasiva
Gran cantidad y variedad.
Pocos, y muchas veces con inversiones mínimas elevadas (p. ej. 100 mil euros).
TER (comisiones de gestión y gastos de administración) anual
En gestión pasiva suelen estar por debajo de 0,3% (incluso 0,1% o 0,05%).
En gestión pasiva suelen ser del orden de 0,3%. En gestión activa pueden superar el 2% en algún caso.
Coste de comprar / vender
Igual que las acciones – comisión que se paga al intermediario (banco / sociedad de valores).
No se suele cobrar comisión de compra o venta (salvo algún caso especial).
Coste de mantener la cartera (comisión de custodia)
Igual que las acciones ver post anterior sobre cómo evitarlo.
No se suele cobrar.
Qué prefieren colocarnos los bancos
Con los ETFs sólo ganan las comisiones de compra y venta y, en algún caso, la comisión de custodia.
Con los fondos, se llevan anualmente una parte de la comisión de gestión, que reciben directamente de la gestora (retrocesión, ver Glosario). Es lo que prefieren vendernos los bancos (particularmente los de gestión activa, que tienen más comisión de gestión).
Disponibilidad de Smart Beta (factores Valor, alto dividendo, etc.)
Gran cantidad y variedad, si bien en algún caso nos obligan a ir a ETFs tipo distribución (no todos se encuentran en tipo acumulación).
No nos consta que existan, al menos con un TER aceptable.
Disponibilidad de acumulación o distribución (ver post anterior)
Sí, aunque en ciertos casos (p. ej. Smart beta alto dividendo) es difícil encontrar versión acumulación.
Existen ambos, si bien son más comunes en la versión de acumulación.
Fiscalidad (al margen del tema de acumulación o distribución ver post anterior)
No permite el traspaso con diferimiento fiscal (¡de momento!)
Permite el traspaso entre fondos con diferimiento fiscal.
Divisa cubierta o sin cubrir (ver post anterior)
Existen ambos – desde nuestro blog recomendamos no cubrir la divisa a largo plazo.
Existen ambos – desde nuestro blog recomendamos no cubrir la divisa a largo plazo.
Dónde comprarlos (este blog no mantiene ninguna afiliación con las entidades mencionadas)
Criterio: Disponibilidad, no comisión de custodia y no Modelo 720 > Clicktrade, Selfbank y , en algún caso, ING direct.
Criterio: Disponibilidad de fondos de inversión indexados > Renta 4, Selfbank y BNP Paribas Personal Invertors.

A la vista de las características que se describen en el cuadro anterior:

  • Si queremos gestión pasiva que replique índices Smart beta (Valor, alto dividendo, calidad, etc.) sólo la encontraremos con TER razonable en ETFs. Ello implica hacer frente a determinados costes (compra, pero no necesariamente la custodia). Esta va a ser la opción que recomendaremos siempre que sea posible en nuestro blog.
  • Si nos conformamos con gestión pasiva que esté referenciada a los índices tradicionales (“broad”), entonces podemos trabajar con Fondos de inversión, si bien la única gestora que conocemos con mínimos asequibles es Amundi (Vanguard requiere un mínimo de 100 mil euros para sus fondos de índices). Pero también aquí podemos utilizar ETFs (con TER ligeramente más bajo en algún caso) si así lo deseamos.
  • De la gestión activa no hablaremos en este post (y probablemente tampoco mucho en el resto del blog - ver anteriores referencias).

Advertencia sobre diversificación

No debemos caer en el engaño de pensar que, porque estamos comprando un ETF, automáticamente estamos diversificando y ya está. Sólo estaremos diversificando si:
  • Bien el ETF realmente replica un índice suficientemente amplio, que cubre las correspondientes regiones geográficas, divisas, sectores de actividad, etc.
  • Bien estamos combinando en nuestra cartera una serie de ETFs (por ejemplo, por zonas geográficas) que, en su conjunto, cumplen dicho criterio de diversificación. Esto es lo que intentamos alcanzar en nuestra sección de Carteras ejemplo.
Por ejemplo, quien haya comprado este ETF del sector tecnológico europeo en 2001 como inversión a largo plazo (asumiendo que no tuviera otras cosas en cartera), habrá llegado, por sus propios medios, a la conclusión de que su cartera no estaba suficientemente diversificada:
(retorno total incluyendo dividendo)

Con esto concluimos la primera parte sobre los ETFs (efectivamente, sólo hemos introducido el tema) - continuaremos en nuestra segunda parte, en el próximo post, incluyendo:
  • El universo de ETFs (o cómo separar el grano de la paja)
  • Características principales de los ETFs (tanto de renta variable como de renta fija)
  • Ejemplo con justetfs.com (una de nuestras webs de referencia)
  • Apuntes específicos sobre renta fija
  • Los ETFs americanos (suelen tener un TER menor - merece la pena conocerlos)



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